Risotto de Morchelas
Risotto de Morchelas
El risotto de morchelas es un plato delicioso y sofisticado que destaca por el sabor único de las morchelas, un tipo de hongo muy valorado en la gastronomía. Este plato cremoso y reconfortante es perfecto para cualquier ocasión, ya sea una cena elegante o una comida familiar.
Ingredientes:
- 300 g de arroz arborio (o cualquier arroz para risotto)
- 200 g de morchelas frescas (o secas rehidratadas)
- 1 litro de caldo de pollo o verduras
- 1 cebolla pequeña, finamente picada
- 2 dientes de ajo, picados
- 100 ml de vino blanco seco
- 50 g de queso parmesano rallado
- 2 cucharadas de mantequilla
- Aceite de oliva al gusto
- Sal y pimienta al gusto
- Perejil fresco, picado, para decorar
Instrucciones:
Preparar las morchelas: Si usas morchelas secas, rehidratarlas en agua caliente durante al menos 30 minutos. Luego escurrir y picar en trozos pequeños. Si son frescas, simplemente limpiarlas y cortarlas en láminas.
Calentar el caldo: En una olla, calentar el caldo de pollo o verduras a fuego lento y mantenerlo caliente.
Sofreír las verduras: En una cazuela grande, calentar un chorrito de aceite de oliva y agregar la cebolla picada. Sofreír a fuego medio hasta que esté transparente. Añadir el ajo y cocinar por un par de minutos más.
Añadir las morchelas: Incorporar las morchelas al sofrito y cocinar durante unos 5 minutos, removiendo ocasionalmente.
Tostar el arroz: Agregar el arroz arborio a la cazuela y cocinar durante 2-3 minutos, removiendo constantemente para que se mezcle bien con las morchelas y absorba los sabores.
Deglasear con vino: Verter el vino blanco y dejar que se evapore mientras se sigue removiendo.
Cocción del risotto: Comenzar a añadir el caldo caliente, un cucharón a la vez, removiendo constantemente. Esperar que el líquido se absorba antes de añadir más caldo. Continuar este proceso durante alrededor de 18-20 minutos, o hasta que el arroz esté al dente y cremoso.
Finalizar el risotto: Cuando el arroz esté cocido, retirar la cazuela del fuego. Incorporar la mantequilla y el queso parmesano rallado. Mezclar bien hasta que se integren y el risotto esté cremoso. Ajustar la sal y la pimienta al gusto.
Servir: Servir el risotto en platos hondos, espolvorear con perejil fresco picado y un poco más de queso parmesano si se desea. Disfrutar de este exquisito plato que hará que todos quieran repetir.
¡Buen provecho!